Tarea 7. Texto comparativo.

 ¿Ciencias o letras?

El dilema que se plantearon algunos autores como C. P. Snow o John Brockman hace bastantes años, sigue bastante en auge actualmente. Muchas de las ideas que defendieron, siguen siendo una cuestión. ¿Qué es mejor, ciencias o letras? ¿Nos consideramos mejor intelectualmente hablando si hemos leído a Shakespeare o si conocemos la teoría de la relatividad de Einstein? ¿Somos menos intelectuales si no hemos leído a Miguel de Cervantes? ¿Somos menos intelectuales si no conocemos el dogma central de la biología molecular? ¿Si alguien es intelectual es porque es bueno en alguno tema literario o científico?

En su momento, estos autores hablaron sobre la posible aparición de una tercera cultura que dejase atrás la división entre cultura científica y cultura literaria, sino, una nueva cultura donde ambas trabajasen en conjunto y ambas fueran importantes. Las ideas que presenta C. P. Snow son bastante interesantes, ya que plantea, por lado, la utilización de la educación para hacer que ambas culturas estén presentes en la población. Ambos conocimientos son necesarios. Y justo en este tema, estoy bastante de acuerdo con Snow, la presencia de más ciencia en las escuelas podría acabar con muchas de las desinformaciones que hay actualmente en el temas científicos que afectan a la sociedad, como las vacunas. Tener más conocimiento de ciencia podría ayudar a que la población entendiese mejor el funcionamiento y la necesidad de una vacuna, ya que ahora, vuelven a estar de moda los antivacunas. Además, y esto es algo que ya he reflexionado en otras publicaciones de mi blog, si la población conociese más ciencia, quizás y solo quizás, la ciencia estaría mejor valorada a nivel social. 

Por otro lado, otra de las ideas que presenta Snow, es que la culpa de esta brecha entre ciencias y letras, es de ambos grupos, ambos grupos solo defienden lo suyo, piensan que su ámbito es el mas importante para la sociedad. Sin embargo, quizás el término culpa es demasiado, pero el conocimiento literario siempre ha estado mejor visto y se considera sinónimo de ser una persona inteligente. La cultura literaria quizás ha promovido más esta brecha y debería poner un poco más de su parte para que la tercera cultura pueda existir. 

En cuanto al libro de Brockman, presentó la opinión de varios científicos sobre la existencia de esta brecha entre ciencias y letras pero también habla de la idea de una tercera cultura, que supondría una revolución científica. ¿Y si son los científicos los que hablan de sus propias ideas a la población? Se empieza a hablar de la idea de divulgación científica. Los propios científicos podrían contar con un vocabulario sencillo parte de sus investigaciones y de las investigaciones de otras personas. Creo que, ahora más que nunca, la función de los divulgadores científicos es muy importante, siempre manteniendo el rigor científico. Sin embargo, también creo, que, aunque los divulgadores científicos consigan llevar la ciencia a la población, no se va a romper la brecha entre ciencias y letras. Para que se desarrolle la llamada tercera cultura, ambas culturas, ciencias y letras, deben poner de su parte, y la educación, tal y como defendía Snow es un punto clave para ello. Quizás mi punto de vista como científica pueda estar un poco influenciada a la hora de "echar la culpa" a las letras.

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